
Toda rosa es capullo, esplendor y suavidad, resequedad y muerte. J. J. Cameron
Son las copas de Megido
y de siete sólo dos,
se han vertido por el mundo
con dolor y compasión.
Justos cálices de sangre
tribulaciones sufrirán,
desoyeron advertencias
mas no todos morirán.
No pudieron controlar
su albedrío sabiamente,
no supieron disfrutar
de la vida plenamente.
No entendieron que la fe
es cuestión del corazón,
sólo creen lo que ven
no entendieron el amor.
Derechos Reservados © Jorge Judah Cameron
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