ESTO NO ES UN INTENTO DE DEMOSTRACIÓN ERUDITA, NI DE EGOCENTRISMO, NI ESCRITO A "EX-CÁTEDRA". ES SÓLO UNA OPINIÓN DE UN AUTODIDACTA QUE INTENTA MIRAR HACIA ADELANTE Y CAMINAR, AUNQUE SE EQUIVOQUE, HACIA UN NUEVO FUTURO POÉTICO, EN EL QUE, SIN VOSOTROS, NO HAGO NADA.
Entiendo el poema como una transcripción de lo que uno piensa después de sentirlo, expresarlo con palabras cotidianas que simbolicen algo, o simplemente que las palabras en sí sean los símbolos que provoquen la reflexión emocional, el asombro, la evocación y la sugerencia. No hablar ya de la poesía de la experiencia ni de la conciencia, sino de una poesía post poética llena de contradicciones, de realidades claras y no tibias, de un colage de ideas e imágenes que representen una abstracción reconocible que no narre lo que pasó, sino lo que se siente cuando pasa, que sea conceptual más que emocional y que rinda homenaje a la verdad, a la justicia y al amor, olvidándose de las formas tradicionales, buscando nuevas sendas poéticas, trasgrediendo el culturismo y lo que se entiende por tropos o figuras retóricas. El poema en su estructura, sólo ha de tener ritmo
y producir eco en el lector como una canción protesta.
Otras opiniones al respecto serán, seguramente, académicamente acertadas, susceptibles de tener en cuenta y muy respetables, pero no serán contrarias a lo que expongo, ni rivales, sino que se complementarán si se entiende la evolución mundial a nivel científico, tecnológico y social, como una revolución de todos los sistemas, tanto de aprendizaje como de enseñanza y, por supuesto, de vida. Estamos en la época del Hip.Hop, del Rap del rock and roll y no de la música de Bethowen. vivimos en los comienzos del siglo XXI donde los cambios de los sistemas financieros, comerciales, laborales y formas de gobierno y estado, se suceden con mucha rapidez y guerras. El planeta también está cambiando en su clima. Todo cambia. ¿No habría de hacerlo la poesía escrita en poemas?
La poesía ya no se escribe hoy en sonetos o décimas, ni siquiera en romance –tan popular en lengua castellana- porque eso es historia. Hoy se ha de escribir poesía desde la perspectiva de la libertad en conexión con los acontecimientos undergraund o paradigmas de nuestro tiempo, con la mente abierta al futuro impredecible.
Y ésta idea de cambio de estética, no sólo lo dice alguien como yo sin estudios oficiales –que no oficiosos- sino que la corroboran cientos de poetas modernos y actuales. He aquí un ejemplo:
“Cada vez más gente
con una venda
puesta en los ojos.
Incluso he visto gente que,
habiéndoselo movido un poco,
se la vuelve a colocar correctamente.”
(Antonio Orihuela)
Antonio Orihuela (Moguer, Huelva, 1965) es poeta, ensayista y articulista. Su obra literaria e intelectual, de marcado carácter libertario, participa del movimiento colectivo de la poesía de la conciencia desde su emergencia al principio de la década de los noventa.
Es doctor en Historia por la Universidad de Sevilla. Como investigador, ha publicado una decena de trabajos acerca de las formaciones sociales precapitalistas en el suroeste de la Península Ibérica, entre las que destaca "Historia de la Prehistoria", Huelva, 1999.
Ha participado en más de 100 exposiciones de poesía visual y publicado poemas visuales en revistas de más de una treintena de países. De igual modo, es destacable su labor como organizador y comisario de exposiciones de esta disciplina.
Desde 1999, coordina los encuentros anuales Voces del extremo, en su Moguer natal, auspiciados por la Fundación Juan Ramón Jiménez. A través de ellos, se ha antologado la obra de una treintena de autores individuales y colectivos. En torno a este encuentro y antología anual, se ha ido consolidando un movimiento poético colectivo que, desde distintas perspectivas, hace centro de sus intereses la denuncia de la injusticia y la marginación social, la reflexión estética y ética acerca de las relaciones que establece el poder instituido con lo real y la necesidad y posibilidad de un cambio del modelo del capitalismo global y postmoderno.
Antonio Orihuela indaga con su obra "en las posibilidades de una poesía que, abandonando la especulación y el escepticismo, se enfrente al apocalipsis cotidiano y organizado por una sociedad de la destrucción, la miseria, el dolor y la muerte".[1] En este sentido, Orihuela afirma:
Tenemos que dejar de pensar nuestra vida en términos de materia prima y empezar a vivirla como vida con sentido, enajenada de su valor de compra y sumisión, trabajando en prácticas que nos ayuden a recuperar su tiempo de vida, denunciando e intentando eliminar las relaciones de explotación y profundizando en la democratización de la vida pública. Cualquier herramienta es buena, como la poesía rescatada de la muerte del arte y revivida para nuestro nuevo vivir.[2]
Antonio Orihuela
Su poesía se propone como una reflexión sobre la realidad contemporánea y busca ayudar a un cambio en sus actuales condiciones de injusticia. Sus poemas suelen recurrir a un lenguaje directo y claro en que la palabra se concibe como una herramienta de uso eficaz. Orihuela rechaza la práctica de cualquier tipo de esteticismo. El realismo que así practica Orihuela usa tanto la identificación entre el lector y el tema del poema, como el extrañamiento y el distanciamiento de corte brechtiano. Temáticamente, su obra huye tanto de los convencionalismos líricos, como de posiciones esencialistas. Sus fuentes están fuertemente enraizadas en el marxismo y el anarquismo, así como en otras corrientes revolucionarias como el situacionismo.
En sus textos teóricos, Orihuela practica una crítica de la ideología capitalista desde posturas de materialismo dialéctico de corte libertario. Al igual que otros miembros del movimiento colectivo de la poesía de la conciencia, considera que toda poesía es política, pues la naturaleza esencial del hombre y sus producciones es social e ideológica. Sus artículos y ensayos muestran las relaciones causales que se dan entre el actual sistema del capitalismo global postmoderno y algunas de las corrientes de la poesía contemporánea, como la poesía de la experiencia o el realismo sucio. (Biografía y comentario buscando en Wiquipedia, pues no tenía por qué saber yo tanto de memoria)
De mi libro PROTEOPOEMAS (que no es un ejemplo, sino una manera diferente de escribir poesía)
Todo lo demás,
está de menos.
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